1. Las ilusiones no perdurarán. Su final es indudable y eso es lo único
que es seguro en su mundo. Por eso es por lo que es el mundo del ego. ¿Qué es
el ego? El ego no es más que un sueño de lo que en realidad eres. Un
pensamiento de que estás separado de tu Creador y un deseo de ser lo que Él no
creó. El ego es un producto de la locura, no de la realidad. Es tan solo un
nombre para lo innombrable. Un símbolo de lo imposible; una elección de
opciones que no existen. Le damos un nombre solo para que nos ayude a entender
que no es más que un pensamiento ancestral según el cual aquello que se ha
inventado es inmortal. Mas ¿qué podría proceder de ello excepto un sueño que,
al igual que todos los demás sueños, tan solo puede terminar en la muerte?
2. ¿Qué es el ego? El ego no es nada, pero se manifiesta de tal forma
que parece ser algo. En un mundo de formas no se puede negar al ego, pues solo
él parece real. Mas ¿podría el Hijo de Dios tal como su Padre lo creó morar en
una forma o en un mundo de formas? Si alguien te pide que definas al ego y
expliques cómo se originó, es porque cree que el ego es real e intenta, por
definición, asegurarse de que su naturaleza ilusiva quede oculta tras las
palabras que parecen otorgarle realidad.
3. Ninguna definición que se haya hecho de una mentira puede hacer que
ésta sea verdad. Ni tampoco puede haber una verdad que las mentiras puedan realmente
ocultar. La irrealidad del ego no se niega con palabras ni su significado se
vuelve claro por el hecho de que su naturaleza parezca tener una forma. ¿Quién puede
definir lo indefinible? Sin embargo,
incluso para esto hay una respuesta.
4. No podemos formular realmente una definición de lo que es el ego,
pero sí podemos decir lo que no es. Y esto lo podemos ver con perfecta claridad.
Basándonos en eso podemos deducir lo que es. Observa su opuesto y verás la
única respuesta que tiene sentido.
5. A lo opuesto al ego, desde cualquier punto de vista—origen, efectos
y consecuencias—le llamamos milagro. En él encontramos todo lo que no tiene que
ver con el ego en este mundo. El milagro es lo opuesto al ego, y solo en él
podemos observar lo que era el ego, pues en el milagro vemos lo que parecía
hacer; y la causa y sus efectos no pueden sino seguir siendo una misma cosa.
6. Donde antes había obscuridad, ahora vemos luz. ¿Qué es el ego? Lo
que antes era la obscuridad. ¿Dónde está el ego? Donde antes estaba la
obscuridad. ¿Qué es ahora y dónde puede encontrársele? No es nada y no se le
puede encontrar en ninguna parte. Ahora la luz ha llegado y su opuesto se ha
ido sin dejar ni rastro. Donde antes había maldad, ahora hay santidad. ¿Qué es
el ego? Lo que antes era la maldad. ¿Dónde está el ego? En una pesadilla que solo
parecía ser real mientras la estabas soñando. Donde antes había crucifixión
ahora está el Hijo de Dios. ¿Qué es el ego? ¿Quién tiene necesidad de preguntar?
¿Dónde está el ego? ¿Quién necesita ir en busca de ilusiones ahora que los
sueños han desaparecido?
7. ¿Qué es un milagro? Un milagro es un sueño también. Pero si
observas todos los aspectos de ese sueño, jamás volverás a dudar. Observa el
bondadoso mundo que se extiende ante ti mientras caminas envuelto en
mansedumbre. Observa a los ayudantes que
encuentras a lo largo del camino que recorres, felices ante la certeza del
Cielo y la garantía de paz. Y observa también, por un instante, lo que por fin
dejaste atrás y finalmente pasaste de largo.
8. Esto es lo que era el ego: el odio cruel, la necesidad de venganza
y los gritos de dolor; el miedo a la muerte y el deseo de matar; la ilusión de
no tener hermanos y el yo que parecía estar solo en el universo. El milagro
corrige este terrible error con respecto a ti mismo con la misma dulzura con la
que una madre amorosa adormece con su canto a su criatura. ¿No preferirías
escuchar un canto así? ¿No contestaría ese canto todo lo que pensabas
preguntar, haciendo incluso que cualquier pregunta no tenga sentido?
9. Tus preguntas no tienen respuesta, ya que han sido planteadas para
acallar la Voz de Dios, la Cual nos hace a todos una sola pregunta: “¿Estás
listo ya para ayudarme a salvar el mundo?” Pregunta esto en vez de preguntar
qué es el ego y verás un súbito resplandor envolver al mundo que el ego
fabricó. Ahora no se le niega a nadie ningún milagro. El mundo se ha salvado de
todo lo que tú pensabas que era. Y lo que es, ha sido siempre absolutamente
puro y jamás ha sido condenado.
10. El milagro perdona; el ego condena. No se necesita ninguna otra
definición para ninguno de ellos excepto ésta. Mas ¿qué definición podría ser
más cierta o estar más a tono con lo que es la salvación? Con esto el problema
y la respuesta se llevan uno al lado del otro y, al estar finalmente juntos, la
elección es obvia. ¿Quién elegiría el infierno de reconocer que eso es lo que
está eligiendo? ¿Y quién no seguiría adelante un poco más, cuando le ha sido
dado comprender que el camino es corto y que el Cielo es su meta?
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